Vine a esta tierra lejana
para encontrar mis palabras.
Vine en busca de calma y de paz.
Tierra que sana y salva,
tierra que abraza mi alma,
que ama tan libre y aguarda sin adiós, dice:
“Tupananchiskama”.
Vi La Guajira esconderse
en su inmenso desierto
y escuché al silencio desde el mar.
Una pequeña aldea,
una familia, un hogar.
Cuatro voces y una guitarra
relataron mi recuerdo en este lugar.
Qué bonito fue vivirlo,
tan bonito es recordarlo,
volver a sentir,
cantar para bailar.
Qué bonito fue vivirlo,
tan bonito es recordarlo,
vuelvo a esta canción
para volver a pasar por el corazón.
“Rescátame del olvido”
gritaban tus calles desde Bogotá.
Hoy te quiero recordar,
añorar y respirar la felicidad.
Qué bonito fue vivirte,
tan bonito es recordarte,
volver a sentir,
cantar para bailar.
Qué bonito fue vivirte,
tan bonito es recordarte.
Qué bonito fue vivirlo,
tan bonito es recordarlo,
volver a sentir
cantar para contarlo,
volver a vivir,
bailar y no olvidarlo.
Báilalo, báilalo,
bajo el aguacero de Colombia.
Cántalo, cántalo.
Siéntelo, siéntelo,
yo te vuelvo a sentir.
Qué bonito es volver a ti.