Esta es la historia que quiero contar,
herida que el tiempo no pudo curar.
Duelo, silencio y la tradición
de una casa castellana.
De cuatro hermanas era la mayor,
bordaba vestidos que nunca vistió.
Cinco primaveras soñando con ver florecer
alguna flor.
Al alba, ojalá mirarte al alba.
Horizontes que arden en campos tan lejanos.
Y ¿quién me ha robado esta vez
ese cielo que tanto amé?
Ay, mi querida Castilla,
siempre yo te recordaré.
Fue una historia de amor,
un romance imposible, una eterna canción.
Noches en vela esperando una voz
y al final el tiempo no esperó.
La historia no acaba aquí,
quizá algún día volveré a escribir.
Hoy brindaremos al alba
por ti,
por el cielo que amaste una vez.
Ay, tu querida Castilla
cantará para ti.
Por tus tierras,
por lo que no pudiste vivir.